Adopción y neurodesarrollo. ¿Qué factores debemos de tener en cuenta?
*Para facilitar la lectura del texto en este post utilizaremos en genérico niño adoptado para referirnos tanto a niños como a niñas.
Antes de empezar quiero que tengas en cuenta algunos conceptos claves que aparecerán a lo largo de este post. Aquí tienes los más significativos:
Retraso madurativo; Neurodesarrollo; Factores de riesgo; Períodos críticos; Detección precoz; Déficit cognitivo; Valoración neuropsicológica; Trastorno conductual-emocional; Trastorno aprendizaje; Trastorno del lenguaje; Trastorno espectro autista; TDA/H…
En los casos de adopción internacional sabemos que existen una serie de factores que pueden condicionar el correcto neurodesarrollo del niño (algunos presentes desde antes ya del nacimiento). Aquí tienes 10 de los factores más comunes:
1] Las condiciones sociales y sanitarias país de origen
2] Los cuidados prenatales durante la gestación
3] La existencia de complicaciones obstétricas durante el embarazo
4] El consumo de tóxicos en la madre gestante (Alcohol, drogas, tabaco….)
5] Las situaciones de abandono parental
6] El maltrato físico y psicológico
7] La deprivación emocional
8] Las condiciones de desnutrición
9] La infraestimulación temprana (sobre todo durante institucionalización)
10] La presencia de enfermedades infecciosas (endémicas del país de origen)
De todos estos factores, el país de procedencia, la edad en el momento de adopción, la existencia de factores de riesgo social o de patología previa así como la estancia y duración de la institucionalización, sería los factores predictores más relevantes ante una posible problemática en el desarrollo del niño adoptado.
¿Sabes cuales son los factores de riesgo más comunes que encontramos en la práctica clínica? Os las exponemos, a grandes rasgos, según procedencia. La intoxicación prenatal por plomo en juguetes, pinturas, cunas… en determinadas zonas de China. La exposición prenatal al alcohol en regiones del Este de Europa y Rusia. El abandono, la explotación laboral-sexual, o la delincuencia en países de Latinoamérica. O la malnutrición tan presente en el África subsahariana.
Como hemos indicado, la edad en el momento de la adopción y el tipo de institucionalización donde se encuentra el niño en proceso de adopción tienen un papel relevante en su neurodesarrollo. Sabemos gracias a los estudios en neuropsicología infantil que la falta de estimulación sensorial altera la estructura cerebral (cortex) del niño existiendo unos periodos sensibles o críticos del desarrollo. A mayor tiempo pase el niño en un contexto de deprivación o infraestimulación sensorial mayores son las probabilidades de problemas futuros (tanto a nivel cognitivo como emocional o conductual). Ahora bien, la plasticidad cerebral en niños permite la rápida recuperación y reorganización cerebral (cortical). Pero, con una condición importante: la estimulación se ha de aplicar tras el “daño” de forma precoz. La edad en el momento de la adopción será un factor clave para su futuro desarrollo.
Como ya habrás deducido a estas alturas del texto, el tipo de institucionalización, la edad de ingreso, las actividades (o ausencia de ellas) con otros niños o cuidadores, la ratio de niños institucionalizados, etc… en definitiva, las condiciones en las que el niño ha permanecido, crecido y se ha desarrollado en sus primeros meses/años de vida condicionan su desarrollo neuroevolutivo y la posible presencia (o no) de problemática neuropsicológica posterior.
Has de tener en cuenta que la presencia o ausencia de esta problemática será un factor muy importante para su adecuada adaptación social, familiar y educativa del niño al nuevo entorno.
Por todo ello deberíamos considerar a los niños adoptados como población de riesgo a presentar problemas en la esfera cognitiva (aprendizajes), en la esfera emocional-conductual (psicología) o en el ámbito relacional-adaptativo (social). La inclusión de una valoración neuropsicológica temprana en los protocolos de salud permitiría anticiparnos a las posibles necesidades de estos niños y su entorno ejerciendo una importantísima labor de prevención.
Pero… ¿Cuál es la problemática neuropsicológica que más comúnmente puede aparecer en estas condiciones? ¿De que estamos hablando?
Inicialmente, en los más pequeños (2-3 años de edad), podemos encontrar retrasos del desarrollo psicomotor “El niño sufre un retraso de 1 mes en su desarrollo normal por cada 5 meses que pasa institucionalizado” (Informe JAMA). A medida que el niño va creciendo pueden aparecer problemas de aprendizaje escolar los cuales se manifiestan a medio plazo (5-6 años de edad en adelante). Los más comunes: problemas en lectoescritura (Dislexia), aritmética, memorización, comprensión, funciones ejecutivas, capacidad atencional…
¿Y que hay del lenguaje?. En ocasiones el niño adoptado puede adquirir rápidamente el idioma de la familia adoptiva. Cosa que satisface mucho a la familia. Pero aun así hemos de estar alerta dado que posteriormente puedan aparecer problemas vinculados con el lenguaje como la dislexia o los trastornos específicos del lenguaje (TEL).
¿Sabías que la literatura científica nos indica que el 15% de la población diagnosticada de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, el TDA/H, proceden de la adopción?
Como ya hemos dicho, nuevamente la implicación de factores ambientales, factores gestacionales (tóxicos), factores socio-sanitarios o los antecedentes familiares estarían detrás de estas estadísticas.
Ese TDA/H en muchas ocasiones no viene solo. Viene acompañado de problemas en la esfera conductual / emocional como el trastorno negativista-desafiante, los trastornos del vínculo (externalizante: vínculo inseguro-ambivalente; internalizante, Depresión-Ansiedad) u otros problemas del neurodesarrollo como el síndrome Tourette (tics) o el autismo (TEA) entre otros.
Para finalizar, al igual que hemos iniciado este post, debemos tener presente unos conceptos claves si nos encontramos en un proceso de adopción internacional . Estos conceptos los resumiríamos en 3 puntos clave:
1] La importancia de una detección temprana de posibles afectaciones en el correcto neurodesarrollo del niño adoptado. Para eso contamos con la valoración especializada de los servicios de neuropediatría, psicología o neuropsicología infantil entre otros.
2] un diagnóstico especializado y diferencial que nos oriente ante las posibles dificultades presentes y su repercusión futura. Lo cual nos lleve al punto más importante.
3] la intervención interdisciplinar temprana que incluya la figura del neuropediatra, del pediatría, del psicólogo, el neuropsicólogo, el logopeda, el terapeuta ocupacional, el psiquiatra, el psicomotricista, el equipo docente (orientador, PT, AL, maestro…) … y sobre todo la familia.
Si te encuentras en un proceso de adopción internacional o sospechas que tu niño adoptado puede presentar alguna de estas situaciones que hemos descrito, no lo dudes, consúltalo con su pediatra, con su maestro/a o con un especialista en psicología o neuropsicología infantil que pueda asesorarte.
Nos encontrarás en Centro GOA y en el 985 234 754. Llámanos y te asesoraremos.
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