Consisten en la valoración de funciones cognitivas, conductuales y emocionales que pueden estar alteradas como consecuencia de una afectación funcional o estructural del SNC. Nos permite identificar y cuantificar déficits cognitivos y conductuales derivados de lesiones cerebrales de distintas etiologías así como determinar las secuelas sociales, escolares, familiares, legales y personales derivadas. Permite el diagnóstico diferencial entre diferentes patologías y monitorizar su evolución. De aplicación en niños con lesión cerebral adquirida (tumores cerebrales, traumatismos craneoencefálicos…), con malformaciones congénitas del SNC, con problemas médicos o metabólicos y con trastornos vinculados a la maduración del SNC de base genética (tr neurodesarrollo)