Los trastornos de aprendizaje se consideran cuando existe una incapacidad persistente, inesperada y específica para adquirir de forma eficiente determinadas habilidades académicas y que ocurren a pesar de que el niño tenga una inteligencia normal, siga una escolarización adecuada y su entorno socio-cultural sea favorable. Entre los más comunes destacan la dislexia (trastorno de la lectoescritura), la discalculia (trastorno del cálculo) o el trastorno de aprendizaje no verbal.